El presidente Obama expreso que hay volumtad para el debate migratorio.
Un nuevo encuentro sobre inmigración culminó ayer en la Casa Blanca, con el compromiso de reavivar el debate sobre el tema a nivel nacional, pero sin resultados, en cuanto a medidas de alivio administrativo inmediato para la población indocumentada.
Cerca de una hora se extendió la reunión entre el presidente Barack Obama y unos 40 líderes de diversos sectores, entre los que figuraron grupos religiosos, sindicatos, de negocios y políticos. Junto a ellos, miembros de su gabinete como la sdecretaria del Trabajo, Hilda Solís; de Seguridad Interna, Janet Napolitano, y el Procurador General, Eric Holder.
El gobierno convocó al encuentro en un contexto político interesante. Hace unas semanas el presidente anunció el inicio de su campaña para la reelección en 2012. Una meta para la que necesita el voto hispano.
Durante el liderazgo de Obama ha habido un diálogo constante con el Congreso para impulsar esta área, a nivel privado, así como por empujar votos como el que se dio en diciembre con DREAM Act. No obstante, la política, sin duda, también es parte de la ecuación actual.
La reunión se realizó en medio de una presión pública creciente de parte de grupos pro inmigrantes, por aplicar medidas de alivio administrativo para la población indocumentada.
Pasos que a puerta cerrada se han enunciado en términos concretos. En una carta enviada el 18 de marzo pasado a Napolitano, obtenida por La Opinión, 17 organizaciones entre las que se encontraba la Conferencia de Obispos Católicos y el Consejo Nacional de la Raza (NCLR), pidieron cambios específicos.
Entre las medidas propuestas en la misiva se mencionó el congelamiento de programas como 287g, el avance de reformas en los centros de detención, las que fueron anunciadas por el gobierno en 2009, pero que han experimentado una serie de retrasos.
Deja un comentario